Sonrientes con los pulgares en alto, los doce niños y su entrenador de fútbol han saludado a la prensa tras recibir el alta ocho días después del rescate. Han llegado dando unos toques al balón. El primero en presentarse ha sido su entrenador, de 25 años. El entrenador ha contado que algunos habían estado previamente en la cueva, que planificaron la visita y que al comenzarla ya había entrado algo de agua. Una hora después al volver de dentro, la encontraron inundada, trató de cavar para dar salida al agua, pero fue en vano. Dice que la solución era esperar al rescate o tratar de salir, pero el nivel subía y tenían que ir adentrándose más. En contra de lo que se ha dicho, todos sabían nadar, aunque algunos no son muy buenos. Han mostrado su agradecimiento a los buzos por rescatarles después de pasar más de dos semanas atrapados y uno de los niños ha expresado sus ganas de volver a casa con su madre y pedirle perdón.