Miles de sirios se han reunido en las calles de Damasco, la capital del país, para condenar los ataques aéreos lanzados por las fuerzas estadounidenses, británicas y francesas contra Siria en respuesta a un supuesto ataque con gas venenoso lanzado presuntamente por el presidente Bashar Al-Assad y que causó la muerte de decenas de personas, entre ellos mujeres y niños.