Presentándose como un héroe nacional en una cena en la Casa Blanca con la mayoría de los gobernadores, Donald Trump asegura que, si él hubiera estado en el tiroteo de Florida, se habría enfrentado al autor de la matanza, incluso desarmado. Lo ha dicho para criticar al vigilante de seguridad que se quedó fuera del instituto durante el tiroteo, aprovechando para cargar también contra los ayudantes del sheriff.