El terrorista del atentado en Nueva York eligió la noche de Halloween para hacer el máximo daño posible. Lo estuvo planeando desde hace un año, según la fiscalía, y hasta ensayó varias veces con una furgoneta, con la que tenía intención de atacar el puente de Brooklyn. Después de ser dado de alta del hospital, donde ha pedido colgar una bandera del Daesh tras mostrarse orgulloso del atropello, ha comparecido ante el juez. Esposado y con grilletes en los pies, en una silla de ruedas, ha sido acusado por terrorismo y se enfrenta a una condena de cadena perpetua.