El pánico se desataba este sábado en Londres cuando un coche atropellaba a varios peatones en las inmediaciones del Museo de Historia Natural. La posibilidad de volver a vivir otro atentado encendió de nuevo todas las alarmas. De inmediato la policía evacuó el museo y cerró la cercana estación de metro de South Kensington. Scotland Yard ya ha confirmado que el incidente no tiene motivaciones terroristas y que 9 de los 11 heridos, entre ellos el conductor, están ingresados en un hospital londinense. Sus vidas no corren peligro.