Puerto Rico sufre los estragos del huracán María. Las lluvias torrenciales y las fuertes ráfagas de viento derriban árboles y rompen cristales. La isla se encuentra sin servicio de electricidad y de agua. Y más de 10.000 personas se han trasladado a refugios improvisados. El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, asegura que el huracán podría causar graves inundaciones y deslizamientos de tierra que pondrían en riesgo la vida de los portorriqueños. La devastadora tormenta avanza con vientos de más de 200 kilómetros por hora en dirección a la costa noreste de República Dominicana.