Asciende a 98 el número de víctimas mortales tras el terremoto que sacudió México la semana pasada. La zona afectada intenta recuperarse, pero resulta difícil porque miles de personas se han quedado así, tiradas en la calle. Sus viviendas están completamente destrozadas. Aunque se han habilitado algunos refugios improvisados, aseguran que las provisiones son muy escasas y que están tardando en llegar. Dicen depender de la caridad de los vecinos, que son los que les están proporcionando la comida, el agua y la ropa.