Las más de 60.000 personas que han protagonizado el mayor desalojo en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial ya han podido regresar a sus viviendas de Frankfurt. También algunos pacientes de un hospital que fueron trasladados por seguridad. Todos ellos tuvieron que ser evacuados en un radio de 1,5 kilómetros tras ser hallada el pasado 29 de agosto una bomba que contenía casi una tonelada y media de explosivo. Fue lanzada por los británicos durante la contienda mundial pero nunca llegó a explotar. Los artificieros han logrado desactivarla. Se estima que todavía hay más de 250.000 bajo el suelo de Alemania.