Entre fuertes medidas de seguridad, 47 millones de británicos eligen al líder que pilotará las negociaciones del Brexit, tras una campaña marcada por el terrorismo. Unas elecciones convocadas anticipadamente por la primera ministra cuando los sondeos le daban una enorme ventaja, que se ha reducido drásticamente. Hasta las diez de la noche (hora local), en que se cierran los colegios electorales, el futuro sigue abierto.