Salman Abedi es el asesino de Mánchester. La policía británica sospecha que no actuó solo, que alguien le ayudó a planificar la masacre y a fabricar un explosivo tan sofisticado y letal. El terrorista, británico de 22 años, se había radicalizado en los últimos meses y pudo haber viajado a Siria. Hoy se ha detenido a tres sospechosos. El país está en alerta máxima con 4.000 soldados desplegados ante la sospecha de un atentado inminente.