Ignacio González ha abandonado las dependencias de la Guardia Civil tras dos noches, unas 34 horas, en el calabozo. Ha sido conducido hasta la Audiencia Nacional para responder a las preguntas del juez Eloy Velasco, que investiga si se apropió de dinero del Canal de Isabel II y si cobró comisiones a cambio de adjudicaciones. Lo sospecha la fiscalía, que pedirá para él prisión incondicional, a no ser que confiese. Tampoco tienen dudas los agentes de la UCO que además creen que González fue alertado de que tenía el teléfono pinchado y de su posible detención, lo que le habría permitido desprenderse de cierta documentación. Los agentes investigan el origen del chivatazo.