Con el empeño de pasarle a ella el testigo, Obama se moja en la campaña por Hillary Clinton con un mensaje contundente: 'No tiremos todo por la borda'. "Todo el progreso que hemos conseguido, lo tiraremos por la ventana si no ganamos estas elecciones", ha dicho en un acto en Kissimmee. El presidente cruza los dedos para que sea Clinton y no Trump, quien herede su legado. La recuperación económica, la reforma sanitaria o la ratificación del acuerdo climático. Con luces, pero también con sombras. Eliminó a Bin Laden, pero el Premio Nobel de la Paz no ha podido cumplir su promesa de cerrar Guantánamo y acabar con la guerra en Siria. En este tiempo, Obama ha derramado lágrimas por la falta de control de armas en EEUU y él, el primer presidente negro del país, ha tenido que hacer frente a estallidos sociales por la violencia policial contra negros. En una sociedad que llega al duelo electoral muy dividida tras años intensos que dejan canas y huella en el rostro de un presidente, que se marcha con una alta popularidad.