A los hospitales de la ciudad de Quetta, al suroeste de Pakistán, no dejan de llegar heridos, más de un centenar. Son cadetes de la escuela de entrenamiento de policía que esta madrugada ha sido atacada por un grupo armado y en el que han muerto al menos 50 personas. La confusión y el caos se han adueñado de la situación. Se habla de seis atacantes, de los que uno ha muerto a manos de las fuerzas de seguridad y dos han detonado sus chalecos explosivos. Ningún grupo ha reivindicado el ataque.