Un joven suizo de 27 años se subió ayer a un tren con líquido inflamable y armado con un cuchillo. Se dispuso a esparcir el líquido, al que prendió fuego, con la intención de incendiar el vagón. Al mismo tiempo hirió a seis personas a puñaladas: tres adultos, dos adolescentes y un niño de seis años. Ocurría pasadas las doce del mediodía en una estación de tren de la localidad suiza de Salez. La policía ya ha informado de que no hay evidencias de que se trate de un ataque terrorista. Suiza nunca había sufrido un ataque similar en su historia reciente.