A través de simulacros, Brasil y la ciudad de Río de Janeiro se preparan para los Juegos Olímpicos. El país, que en los próximos días recibirá a más de 500.000 personas, está en alerta amarilla, aunque esta se podría elevar si hay ?amenazas concretas? como ha señalado el coordinador regional para los Juegos, Cristiano Barbosa. Los simulacros han funcionado como se esperaba, y las fuerzas de seguridad están preparadas para cualquier tipo de ataque.