Mohamed Abrini, el supuesto cómplice del terrorista huido, Salah Abdeslam, es el nuevo objetivo de los cuerpos de seguridad europeos. Abrini fue visto en una gasolinera tan solo dos días antes de los atentados de París. Según la Policía, se trata de un hombre peligroso y que, probablemente, vaya armado.