El piso de San Denis por dentro ha quedado destrozado y algunas habitaciones están apuntaladas para que que no se vengan abajo. El marco de la puerta de entrada de una de las estancias está arrancado de cuajo por la enorme carga de explosivos que reventó el blindaje y hay enormes agujeros en las paredes e impactos de bala en los azulejos y los techos.