Una ciudad en guardia. Así ha amanecido este domingo Bruselas. Las calles de la capital belga, que de costumbre rebosan vida -más aún en fin de semana-, hoy se ven desiertas. Los militares que patrullan los lugares comerciales recuerdan que la ciudad se encuentra en alerta máxima. Ante esta situación, muchos turistas, entre ellos españoles, han decidido adelantar su viaje de regreso a casa. Los comercios, que en Navidad abren toda la semana, están ahora cerrados y las líneas de Metro cortadas por precaución hasta nueva orden.