Inmersa en una de las peores crisis económica y política. Grecia tiene que hacer frente a otra muy grave: la migratoria. Tan solo en esta semana, 10.000 personas han pisado sus costas. Huyen de la Guerra y del Estado Islámico. Acampan durante días en el puerto de Lesbos para seguir con su viaje, la mayoría de ellos sirios y afganos. El Gobierno heleno ha fletado un ferry para trasladarlos hasta Atenas. Cruzan la pasarela con lo poco que les queda. Esta breve travesía, muy diferente a la anterior. Esa lucha contra el Mediterráneo en la que se han jugado la vida. Las emociones se disparan al pisar tierra. Es el llanto desconsolado de un niño que abraza a su madre como si todo hubiera terminado, pero la tragedia no ha acabado.