Es la cara de la más absoluta desesperación. Intenta contar lo que acaba de vivir, pero el escenario que le rodea supera cualquier pesadilla. El corazón de Bangkok ha sido golpeado. Un atentado de una magnitud jamás vista en Tailandia en las entrañas de uno de los templos más importantes. Los cuerpos amontonados en esas calles que a diario cruzan miles de personas.