Equipados con trajes especiales, este grupo de químicos recorren los tres kilómetros cerrados. Son lo más peligrosos, de lo que antes era el puerto de Tianjin. Es la zona cero. Sobre ella una nube tóxica de la que poco se conoce y que podría poner en riesgo a la población. Un vecindario que desde el miércoles se ha visto arrasado.