Nuevamente un cine americano se convierte en un escenario dramático. Con un hacha y una pistola de perdigones sembró el pánico rociando gas pimienta en el interior de una sala de Nashville. Una patrulla policial que se encontraba cerca acudió al lugar, el atacante abrió fuego con la falsa pistola, y la policía respondió con una lluvia de balas.