Con mangueras de agua, puñetazos, patadas, barandillas… Así han dispersado las fuerzas israelíes a colonos de Cisjordania. El motivo, dos bloques de hormigón. Los colonos judíos protestan. Pero el Tribunal Supremo de Israel ya ha dictaminado su demolición. El gobierno de Netanyahu alega que estas fueron construidas ilegalmente, y para calmar la ira de los colonos ya se ha aprobado un nuevo plan: La "construcción inmediata" de 300 unidades residenciales en el asentamiento de Beit El, en Cisjordania. Mientras tanto los enfrentamientos no cesan, y los colonos judíos exigen a ministros de la extrema derecha que abandonen el Gobierno israelí.