En Holanda, se ha homenajeado a los 298 ocupantes del avión derribado recordándoles con fotografías. En Australia, con estas voces femeninas y en el descampado del este de Ucrania, donde cayó el aparato, lanzando globos blancos al cielo. Pero los familiares, como Silene, que perdió a su hijo en la tragedia, creen que ya no es tiempo de ofrendas; sino de conocer a los culpables de las muertes de sus seres queridos. Aunque la investigación oficial, dirigida por las autoridades holandesas, no se hará pública hasta octubre ya se ha filtrado que el informe responsabilizaría a los separatistas prorrusos. El avión habría sido alcanzado por un misil Vuk tierra-aire de fabricación rusa, lanzado desde territorio controlado por los rebeldes.