El Parlamento griego debate hoy las duras imposiciones que Alexis Tsipras ha tenido que aceptar para mantener al país en el euro y conseguir un tercer rescate. Su socio de gobierno ya ha advertido de que no puede estar a favor de ese acuerdo. Y, en su propio partido, Syriza, serán muchos los diputados que voten en contra. El actual ministro de Defensa y líder de los ultranacionalistas Griegos Independientes -que suma 13 diputados- ya ha dicho que el acuerdo de Bruselas "es un ataque a los valores constitucionales". Las protestas, a 24 horas de una huelga de funcionarios, se multiplican. Anoche miles de personas se concentraron en la Plaza Sintagma, para mostrar su desacuerdo. Mientras, el corralito se prolonga al menos hasta mañana, a la espera de lo que decida el Banco Central Europeo sobre los créditos de emergencia a la banca griega.