El Papa Francisco se ha dado un nuevo baño de masas en Quito. Más de un millón y medio de personas se han congregado en la segunda misa que ofrece durante su visita a Ecuador. Desde allí ha lanzado un mensaje de "evangelización" y unidad. Soportando el frío y la lluvia, miles de ecuatorianos esperaban desde la noche anterior para ver al pontífice, y le interrumpieron con aplausos varias veces en su discurso. El Papa Francisco, que terminará su viaje a Ecuador hoy con otros dos actos, ha quedado muy impresionado por la participación popular, según ha explicado el portavoz del Vaticano Federico Lombardi en la rueda de prensa que cerró la jornada del martes.