Este incendio, el de un tren cargado con gas inflamable y tóxico, debe apagarse por si mismo. Intentar lo contrario sería muy peligroso. Así lo han decidido las autoridades de Tennesse. Por eso lleva horas ardiendo. Desde que se produjo el siniestro cuando uno de los vagones salió de al vía y provocó una explosión. El material que llevaba era tan tóxico que obligó a evacuar a cerca de cinco mil vecinos. Familias enteras que han sido alojadas en centros habilitados para ello. Y donde solo les queda esperar hasta que puedan volver a casa. Fueron llamadoles puerta por puerta. Una labor por la que diez agentes tuvieron que ser hospitalizados. Los únicos heridos por inhalación de humo.