Puerto Rico ha afirmado que su deuda es impagable. Y han saltado las alarmas. Su gobernador, Alejandro García Padilla, ha pedido una moratoria en los pagos. Puerto Rico, con poco más de tres millones y medio de habitantes, soporta una deuda de 73.000 millones de dólares. Como estado libre asociado dependiente de Estados Unidos no puede declararse en quiebra. Por eso ha pedido al Gobierno de Obama la habilidad de declarar a la isla en bancarrota, como lo hizo la ciudad de Detroit en 2013.