Es la desesperación de algunos familiares de las 456 personas que viajaban en el Estrella de Oriente. Muchos de ellos han conducido cientos de kilómetros y caminado después varias horas por carreteras anegadas para intentar encontrar respuestas en la orilla del Yangtsé. Sin embargo las autoridades prefieren mantenerles a todos alejados. Les pagan hotel y transporte pero no les está permitido más que esperar sentados al recuento oficial de víctimas que han subido a 24, algunas encontradas a más de 50 kms río abajo o a confiar en que crezca la de supervivientes que se mantiene en 14.