Comienza el toque de queda en Baltimore que se prolongará una semana, para rebajar la violencia que se ha apoderado durante las últimas horas de sus calles a raíz de la muerte de un joven afroamericano cuando se encontraba bajo custodia policial. El gobernador de Maryland, ha decretado el estado de emergencia y ha pedido hasta 5.000 efectivos de la Guardia Nacional. Larry Hogan insistía en que se pondrán todos los medios para garantizar la seguridad de los ciudadanos y evitar que la situación se les vaya de las manos como la noche anterior. James Comey, director del FBI aseguraba que han ofrecido su ayuda a Baltimore, pero que al tratarse de un asunto estatal, no hace comentarios.