Unos pocos meses de vida y casi podría decirse que ha vuelto a nacer. Un bebé que baja a tierra en brazos de uno de los miembros las organizaciones humanitarias que atienden a los inmigrantes a su llegada. Viajaba con su familia en una de las barcazas que fletan los traficantes de seres humanos. 446 personas rescatadas en alta mar y que, esta vez, llegan sanas y salvas a suelo europeo.