El autobús llega a la parada en una calle de Seúl, en Corea del Sur. Se baja una mujer, después una pareja, dan dos pasos en la acera cuando de pronto se los traga literalmente la tierra. Se abre un agujero y el hombre y la mujer desaparecen. El resto de pasajeros se quedan estupefactos. Llegan los equipos de emergencia y es necesaria la ayuda de una grúa para sacar a los accidentados.