Damasco sigue desangrándose en el fuego cruzado entre los rebeldes y el Ejército sirio. Decenas de personas han perdido la vida. Podría haber más de cincuenta fallecidos, entre ellos una docena de niños. Las imágenes que dejan los bombardeos son realmente duras. Se ve a una persona tendida en el suelo sobre un charco de sangre y también cómo la gente huye despavorida para ayudar a los heridos.