Las cámaras de seguridad han captado la imagen de un niño chino, de tan solo un año de edad, que se despistó de sus padres y se subió gateando a un autobús. Tras comprobar que sus padres no estaban cerca, el conductor decidió parar y esperar la llegada de la policía. Una hora más tarde sus padres eran localizados en una tienda cercana a la parada de este autobús.