Los dos terroristas, fuertemente armados y con al menos un rehén, están atrincherados en una nave industrial que alberga una imprenta. La zona está totalmente tomada por la Policía y varios helicópteros sobrevuelan la nave. Y ese sonido será la banda sonora que acompañará el final de los terroristas porque aunque sí está habiendo contacto verbal con los hermanos ya está confirmado: no habrá negociación porque ellos mismos han dicho que quieren morir como mártires.