La búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos en México ha llevado a un macabro hallazgo. Una nueva fosa común. En esta ocasión con diez cuerpos y once cabezas. Seis tumbas con unos cadáveres que parecían haber sido enterrados recientemente. No está clara su identidad, pero todo indica a que serían víctimas de un nuevo enfrentamiento entre bandas de narcotraficantes rivales. Ahora se analizarán los cuerpos para saber quiénes eran. Eso mismo intenta hacer un grupo de forenses austriacos con otro cadáver recuperado recientemente y que podría ser de uno de los jóvenes estudiantes, a los que sus familiares continúan esperando desde que desaparecieran en septiembre. Su paradero sigue siendo una incógnita. Desde 2007, cerca de 100.000 cuerpos han sido desenterrados de las fosas comunes localizadas en el país.