Con paso firme, esta mujer se dirige a una comisaría del centro de Estambul con el pretexto de denunciar la pérdida de su cartera. Pero en realidad, lo que pretende es volarla por los aires. Oculto debajo de su abrigo, lleva un cinturón de explosivos que no ha dudado en accionar, causando la muerte de un policía e hiriendo a otro. Esta terrorista quedaba tendida en el suelo y fallecía también segundos después. De momento, nadie ha asumido la autoría del atentado. Testigos afirman que la suicida entró en la comisaría y en mal inglés se dirigió a uno de los policías. Instantes después se produjo la detonación y se escucharon dos disparos. Durante varias horas, la policía ha acordonado las calles colindantes, unas de las más visitadas de la capital y se suspendía el transporte de la zona. Se trata del segundo ataque en menos de una semana, lo que ha hecho saltar las alarmas en Turquía, un punto estratégico por el que entran miles de voluntarios que se unen al Califato del Terror en Siria.