Con el sonido de los disparos y los gritos de los rehenes al escapar termina el secuestro de más de 16 horas en un café en el centro de Sidney que ha mantenido en vilo a las autoridades australianas. Las fuerzas especiales deciden asaltar el local tras los infructuosos intentos de negociar con el secuestrador. Un hombre de origen iraní, de unos 50 años de edad, que entró armado a la cafetería y sembró el pánico desde el primer minuto.