on una de palomas y globos y con una multitudinaria misa en el cementerio donde están enterradas 3 mil víctimas del tifón Haiyán, sus familiares y amigos de la ciudad de Tacloban, en Filipinas, recuerdan que este 8 de noviembre se cumple un año desde la catástrofe. Olas de siete metros engullieron la tierra y destruyeron casi el 90% de la ciudad. Quienes sobrevivieron lloran a sus muertos. Quienes no encuentran consuelo acuden a la protesta.