Con gran valentía los padres de James Foley , el periodista decapitado en Iraq a manos del grupo Estado Islámico aparecen ante los medios a las puertas de su hogar. Destrozados se despiden de su hijo expresando el dolor por su pérdida y lo duro que tuvo que ser para él morir de esta forma.Entre lágrimas y a pesar de todo, insisten en lanzar un mensaje positivo, y que se mantenga el recuerdo como alguien que estaba para escuchar la verdad y dar testimonio del amor y el sufrimiento en Oriente Medio.