Es el ojo por ojo entre israelíes y palestinos. La muerte del hijo de ocho meses y de la mujer del líder del brazo armado de Hamas se pagará con un baño de sangre. Así nos lo han hecho saber. Promesa que ya ha iniciado en forma de cohetes. 180 misiles caídos en la jornada de ayer y que amenazan con lanzar al aereopuerto internacional de Tel Aviv. Hamas advierte que a partir de esta mañana se aisle el cielo de Israel y ninguna aerolínea sobrevuele Ben Gurión, una acción que puede causar pérdidas millonarias como ocurrió hace un mes.