El humo y las explosiones vuelven a invadir la Franja de Gaza. Acaba así un alto el fuego que prometía soluciones. A los pocos minutos de expirar, esto: milicianos de Hamas lanzan tres cohetes hacia Israel. Vuelven a sonar las alarmas en Tel Aviv, y el Ejército responde. Dos soldados israelíes han falellecido, y otro niño palestino, muerto. 72 horas de tensa calma, que desembocan en más explosiones. Y en los hospitales, más heridos. Netanyahu afirma que no reanudará las negociaciones con los palestinos mientras Hamás continúe con el lanzamiento de cohetes. Terminan así, en fracaso, las indirectas negociaciones.