Con mucha cautela estos bomberos intentan salvar al pequeño que ha quedado atrapado bajo los escombros. Es uno de los 1800 desaparecidos tras el terremoto de China. Tiene tan solo 3 años y se ha quedado enganchado entre los muebles de lo que antes había sido el salón de su casa. Intenta cortar el brazo del sofá que le tiene sujeto. Ha pasado casi una hora, el bombero le da de beber. La madre, fuera, espera impaciente y por fin, después de dos horas de rescate consiguen sacarle con vida. Hasta ahora el terremoto se ha cobrado la vida de más de 400 personas.