Emotivo encuentro entre el papa y Mariam, la mujer que estuvo a punto de morir por su fe. De origen sudanesa, se convirtió al cristianismo y se casó con un cristiano. Fue acusada de adulterio y sentenciada a muerte en base a las normas de la sharía. Una ley islámica que condena la conversión a otros credos. En Sudán además, no está permitido que una mujer musulmana se case con un cristiano. Pero un tribunal de apelación la liberó el pasado 23 de junio. El pontífice ha agradecido su gesto, y lo ha considerado como un valiente testimonio de constancia en la fe católica.