Ni siquiera los hospitales son un lugar seguro en la franja de Gaza. Un bombardeo del Ejército israelí ha alcanzado éste de Al Aqsa. Al menos cuatro personas han fallecido y más de 50 han resultado heridas. Entre los afectados hay varios niños. El caos aquí dentro es evidente. Los pasillos están abarrotados de médicos, pacientes y civiles. Y los heridos no paran de llegar. Desde el comienzo de la ofensiva israelí, el pasado 8 de julio, han muerto ya más de 500 palestinos y el número crece cada día.