Es el día del duelo, el día de las "tantas formas diferentes de llorar" como nacionalidades víctimas de la catástrofe: flores y banderas a media asta en Holanda, peluches en Estados Unidos, altares en Filipinas... Todo, por ellos, los muertos que cayeron del cielo, como reza este periódico: 192 holandeses, 44 malasios, 27 australianos, 12 indonesios, 10 ingleses, 4 alemanes, 4 belgas, 3 filipinos, 1 canadiense y 1 neozelandés... Y detrás de cada número, un nombre, una tragedia y una vida irrepetible.