Es el segundo día de enfrentamientos en Jerusalén desencadenados por el asesinato de un adolescente palestino. El primer ministro israelí ha pedido a la población que no se tome la justicia por su mano. Varios militares y policías israelís disparan balas de goma, gas lacrimógenos y granadas. Los manifestantes culpan a los ultraderechistas israelís de la muerte del joven, como venganza por el secuestro y asesinato de los tres adolescentes judíos encontrados el lunes en Cisjordania.