La cita era al atardecer. El escenario, los Jardines del Vaticano. Juntos, el Papa Francisco y el Patriarca de Constantinopla, junto a Peres y Abbas, han recorrido los pocos metros que los separaban del lugar elegido para invocar la paz. El Papa, como anfitrión, entre los presidentes palestino e israelí. El Patriarca a un lado, para escuchar una ceremonia dividida en tres partes, porque el Pontífice ha reunido a tres religiones, pero cada una ha expresado su deseo de paz por separado y por orden cronológico. Judíos, cristianos y musulmanes.