Un grupo de estudiantes caraqueños prendía ayer fuego a unos muñecos de Nicolás Maduro, presidente de la república venezolana, en pleno centro de la capital, Caracas. La tradición manda quemar el Domingo de Pascua las figuras más odiadas. Y los antichavistas tienen claro su objetivo: el Gobierno de Nicolás Maduro. Cortando el tráfico de la calle protestaron contra lo que llaman "dictadura del señor Maduro".