Las autoridades han detenido al capitán y a dos de los oficiles del ferry que se hundió hace unos días en Corea del Sur. Están acusados de negligencia y de abandonar el barco en plena evacuación. Se cree que el patrón ni siquiera estaba al timón cuando empezaron a zozobrar y que había delegado el mando al tercer oficial, casi sin experiencia. Sin levantar la vista del suelo, admite que pospuso la evacuación porque no había barcos de rescate próximos. Por el momento se desconocen las causas del naufragio, aunque las primeras teorías apuntan a un giro brusco o a una colisión con una piedra. Mientras tanto la desesperación de los familiares aumenta ante las dificultades para extraer los cadáveres del interior del barco.